Sana a tu niño interior.

Sanar al niño interior; un ejercicio fundamental que realizo con todos y cada uno de mis clientes.

Imaginemos, por un momento, que somos arquitectos de nuestra propia existencia. En el epicentro de esta construcción, encontramos a nuestro niño interior, la versión más auténtica y pura de nosotros mismos. Este niño, en esencia, es luz, amor y energía; un ser lleno de deseos de jugar, disfrutar, aprender y crecer.

Sin embargo, durante los primeros 21 años de vida, este niño a veces no se sintió visto, amado, valorado o aceptado. Puede que haya atravesado experiencias difíciles que, lamentablemente, impactaron en su desarrollo emocional. En consecuencia, las carencias dejaron los cimientos de esta construcción en una posición vulnerable.

Para protegerse del dolor, ese niño interior se revistió de una coraza, un escudo, una protección... el EGO. 

Sanar a nuestro niño interior implica comprender los patrones del ego: cuándo, dónde y por qué se formaron. Este trabajo trascendental nos brinda la oportunidad de derribar esas barreras y conectar con nuestro corazón.

Es un viaje de autodescubrimiento que implica despojarnos de las capas que no nos pertenecen y regresar a la esencia de nuestro ser. 

Sanar al niño interior nos permite liberarnos de las ataduras emocionales del pasado y construir cimientos más sólidos para nuestro presente y nuestro futuro.

¿Estás dispuesto a embarcarte en este viaje hacia la autenticidad más pura? 

Un abrazo,
Nuria